Emergencias Pediátricas
TRIÁNGULO DE EVALUACIÓN PEDIÁTRICA
En los protocolos de urgencias de GIDEP se ha integrado la valoración inicial pediátrica mediante la
aplicación del Triángulo de Evaluación Pediátrica (TEP) y la evaluación ABCDE (A: vía respiratoria;
B: ventilación; C: circulación; D: estado neurológico; E: exposición).
El TEP es una herramienta sencilla y rápida (se realiza en 30-60 segundos) con la que se efectúa una
evaluación visual y auditiva sin tocar al paciente. No conlleva ninguna actuación clínica. Su objetivo
es identificar a los pacientes que presentan inestabilidad clínica, permitiendo tomar medidas rápidas de soporte vital.
• Apariencia o aspecto general: es el lado más importante, ya que refleja el estado de oxigenación y la perfusión cerebral. Se valora el tono, la interacción, si es consolable, el lenguaje o llanto y la mirada.
• Respiración: se examina de forma visual si hay signos de trabajo respiratorio y se escucha si
hay ruidos respiratorios anormales.
• Circulación cutánea: se valora el color de la piel (palidez, piel moteada, cianosis) como signo de mala perfusión y shock.
Los tres componentes del TEP proporcionan información sobre el grado de oxigenación, ventilación, perfusión y la función cerebral. El objetivo no es establecer un diagnóstico específico, sino clasificar el estado fisiopatológico del niño, determinando si se encuentra en situación estable (cuando
los tres lados del TEP son normales), o si hay dificultad respiratoria, shock o disfunción del sistema
nervioso central. Sirve, por tanto, para tomar decisiones rápidas en la valoración inicial y tiene la
ventaja de permitir a profesionales menos experimentados detectar pacientes graves en pocos
segundos.
Técnicas y maniobras que incluye la RCP-A
1. Vía aérea: apertura instrumental y ventilación.
2. Masaje cardiaco, igual que en la RCP básica.
3. Vías de infusión y administración de fármacos y fluidos.
4. Diagnóstico y tratamiento de arritmias.
Se debe intentar que todas estas técnicas y maniobras se realicen simultáneamente.
1. VÍA AÉREA: APERTURA INSTRUMENTAL Y VENTILACIÓN
En los lactantes y niños, en los que la principal causa de PCR son las enfermedades respiratorias, es fundamental asegurar una vía aérea permeable y una ventilación eficaz. Es esencial disponer de todo el material preciso para optimizar la apertura de la vía aérea y la ventilación en las diferentes edades pediátricas.
Apertura de la vía aérea, mediante la maniobra frente-mentón, o si se trata de un traumatizado intentar realizarla solo mediante la maniobra de tracción o la elevación mandibular pero si no es posible, también con una cuidadosa maniobra frente-mentón, ya que la ventilación es prioritaria.
Colocación de la cánula orofaríngea
La cánula orofaríngea impide que la lengua se prolapse. Para calcular el tamaño adecuado, la cánula se colocará sobre la mejilla, debiendo elegir aquella cuya longitud sea igual a la distancia entre los incisivos superiores y el ángulo mandíbular. La cánula orofaríngea no se debe utilizar en pacientes conscientes o agitados ya que puede inducir al vómito, con el riesgo asociado de aspiración broncopulmonar. La técnica de colocación se realizará de la siguiente manera:
En el lactante se introducirá directamente con la convexidad hacia arriba, utilizando un depresor o la pala del laringoscopio para deprimir la lengua y evitar el desplazamiento de ésta hacia atrás. En el niño, se introducirá igual que en el adulto.
Aspiración de secreciones
Se deben aspirar por el siguiente orden: boca, faringe (directamente y a través de la cánula), y nariz. La presión del sistema de aspiración en los niños pequeños no debe superar los 80-120 mmHg.
Ventilación con bolsa y mascarilla
Previamente a la intubación se debe ventilar siempre con bolsa y mascarilla, con la concentración de oxígeno lo más elevada posible.
Bolsa de ventilación o reanimación
Las bolsas de ventilación para RCP no deben tener válvula de sobrepresión. Así mismo, deben disponer en la parte posterior de un dispositivo, donde se conectará una bolsa o tubo reservorio, que a su vez se conectará a un caudalímetro a un flujo 15 l/min. de oxígeno (FIO2 90%).
Mascarilla facial
La mascarilla adecuada es aquella que proporciona un sellado hermético en la cara, desde el puente de la nariz hasta la hendidura de la barbilla, cubriendo la nariz y la boca. En los lactantes menores de 6 meses se utilizarán mascarillas redondas; de los 6 a los 12 meses pueden ser redondas o triangulares y a partir de esa edad deben ser triangulares. Deben ser transparentes, para poder observar el color de los labios así como si se produce regurgitación de contenido gástrico.
Técnica de ventilación con bolsa y mascarilla
a) Apertura de la vía aérea.
b) Introducir la cánula orofaríngea adecuada.
c) Elegir y colocar una mascarilla del tamaño apropiado, colocándola sobre la cara bien ajustada.
d) Colocar los dedos de la mano izquierda de la siguiente forma: el pulgar sobre la zona nasal de la mascarilla, el índice sobre la zona mentoniana y el resto de los dedos debajo del mentón, manteniendo la elevación de la mandíbula. Con la otra mano manejaremos la bolsa de reanimación, insuflando el volumen suficiente que permita movilizar el tórax, debiendo evitarse la hiperventilación.
e) La frecuencia de ventilación variará de 12 a 20 resp/min, desde adolescentes a lactantes. La ventilación con bolsa y mascarilla puede ser tan efectiva como la ventilación a través del tubo endotraqueal por periodos cortos de tiempo.
Intubación endotraqueal
Durante la RCP, la intubación endotraqueal se efectuará por vía orotraqueal.
Selección del material esencial para la intubación endotraqueal
a) Tubo endotraqueal. El nº de tubo endotraqueal (calibre interno en mm) está descrito en la tabla correspondiente. Siempre se deben preparar un tubo de calibre inmediato superior y otro inferior, por si fueran necesarios. En los lactantes y niños menores de 8 años se utilizan habitualmente tubos sin balón. En los mayores de 8 años el balón se inflará con el mínimo volumen necesario para que no haya fuga aérea, evitando siempre que la presión de inflado sobrepase los 20 cmH2O.
b) Palas del laringoscopio.
Secuencia de intubación endotraqueal
a) Ventilar con bolsa y mascarilla y oxígeno a la mayor concentración posible, intentando conseguir una oxigenación adecuada antes de la intubación.
b) Monitorizar electrocardiograma (ECG) y pulsioximetría.
c) Intubación endotraqueal, vía orotraqueal. Si el paciente está en parada cardiorrespiratoria, el masaje cardiaco no se debe interrumpir más de 30 segundos para realizar la intubación.
MASAJE CARDIACO
Se deben realizar 100 compresiones por minuto con una relación masaje cardiaco/ventilación de 15:2. Si estamos ventilando con bolsa y mascarilla debe haber sincronización del masaje cardiaco con la ventilación, es decir, pararemos momentáneamente de dar masaje cardiaco mientras se dan las 2 ventilaciones. Si el paciente está intubado no es necesaria la sincronización entre el masaje y la ventilación.
VÍAS DE INFUSION Y ADMINISTRACIÓN DE FÁRMACOS Y FLUIDOS
Vías de infusión
Fármacos
• Adrenalina. Es el principal medicamento a utilizar en la RCP-A, estando indicada en la PCR con cualquier tipo de ritmo ECG. La dosis recomendada de adrenalina por vía intravenosa e intraósea es de 0,01 mg/kg (0,1 ml/kg de la dilución al 1/10.000) y por vía endotraqueal 10 veces mayor. Mientras el niño esté en PCR se repetirá la misma dosis cada 3-5 min.
• Amiodarona. Es eficaz en el tratamiento de la fibrilación ventricular (FV) y taquicardia ventricular (TV) sin pulso refractaria a 3 choques eléctricos. La dosis recomendada es de 5 mg/kg por vía intravenosa o intraósea, en bolo rápido, pudiéndose repetir cada 5 min, hasta una dosis total acumulativa máxima de 15 mg/kg.
• Bicarbonato sódico. Actualmente se recomienda su administración en los casos de PCR prolongada (>10 min) y en la acidosis metabólica documentada (pH < 7,10), repitiendo la dosis cada 10 min. La dosis recomendada es de 1 mEq/kg diluido al 1/2 con suero fisiológico, por vía intravenosa o intraósea. No se debe mezclar con adrenalina porque ésta última se inactiva en soluciones alcalinas.
Otros fármacos que a veces son necesarios utilizar durante la RCP son los siguientes:
• Lidocaína. Es menos eficaz que la amiodarona en el tratamiento de fibrilación ventricular y taquicardia ventricular sin pulso refractarias a la desfibrilación eléctrica, por lo que sólo la indicaremos en el caso de no disponer de amiodarona. La dosis inicial recomendada es 1 mg/kg en bolo IV o IO y si es eficaz se continuará con una perfusión de 20-50 mg/kg/min.
• Cloruro cálcico. En el momento actual sólo está indicado si hay una hipocalcemia, hiperpotasemia o hipermagnesemia documentadas, siendo la dosis recomendada de 20 mg/kg, (0,2 ml Kg de cloruro cálcico al 10%, diluido a la mitad en suero fisiológico) inyectándolo lentamente, en 10-20 segundos, por vía IV o IO.
• Atropina. En los casos de bradicardia secundaria a estimulación vagal y al bloqueo AV completo, siendo la dosis recomendada de 0.02 mg/Kg, con una dosis mínima de 0.1 mg en los lactantes muy pequeños hasta un máximo de 1 mg de dosis total en los adolescentes.
• Glucosa. Está indicada únicamente si hay hipoglucemia documentada. La dosis es de 0,5 a 1 g/kg (1-2 ml/kg de glucosa al 50%), diluida al 1/2 con agua bidestilada.
Líquidos
La expansión con líquidos en la PCR está indicada en 2 situaciones: la actividad eléctrica sin pulso y la sospecha de PCR producida o acompañada por hipovolemia. Se administrarán soluciones de cristaloides, como el suero salino fisiológico y el Ringer lactato, en forma de cargas o bolos de 20 ml/Kg tan rápidamente como sea posible, preferentemente en menos de 20 min, repitiéndose dichos bolos si es preciso.
INSUFICIENCIA RESPIRATORIA AGUDA
La insuficiencia respiratoria aguda (IRA) se define como la incapacidad del aparato respiratorio para satisfacer las demandas metabólicas de oxigenación y eliminación de dióxido de carbono (CO2) del organismo. Se acepta que existe IRA cuando la presión parcial de oxígeno en sangre arterial (PaO2) es inferior a 60 mmHg con o sin presión parcial de dióxido de carbono (PaCO2) superior a 50 mmHg, respirando aire ambiente y en un niño sin enfermedad pulmonar previa.
La IRA es la causa más frecuente de riesgo vital en pacientes pediátricos. Diversas estadísticas demuestran que el síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA) y la insuficiencia respiratoria aguda hipoxémica son responsables del 2,7 y 4,4% del total de admisiones en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) respectivamente y explican el 8-16% respectivamente del total de días en la UCI.
El niño presenta una especial susceptibilidad al fracaso respiratorio debido a una serie de peculiaridades anatómicas y funcionales, más acentuadas cuanto más pequeño es el niño, entre las que se encuentran: disminución de la capacidad residual funcional (CRF), menor número de unidades de intercambio (bronquiolos y alvéolos) y menor calibre de la vía aérea, menor desarrollo de los músculos intercostales, caja torácica más delgada y por tanto menos resistente, inmadurez del centro respiratorio y un alto consumo de O2, con un transporte dificultado por la existencia de hemoglobina fetal (con una P50 disminuida) y por la anemia fisiológica del lactante.
Se puede distinguir dos tipos de insuficiencia respiratoria: la tipo I y la II, aunque pueden coexistir ambas (Combinada).
- La Tipo I, también denominada no ventilatoria ó insuficiencia ventilatoria normocápnica, está caracterizada por una PaO2 baja, con una PaCO2 normal o baja, sin disminución significativa del volumen minuto. Las causas pueden ser:
Desigualdad en la relación ventilación/perfusión (VA/QP):
* VA/QP<1: Perfusión de zonas no ventiladas. Ej: Atelectasia, SDRA.
* VA/QP>1: Ventilación de zonas no perfundidas. Ej: Embolia pulmonar.
Cortocircuito derecho-izquierdo intrapulmonar: Perfusión de grandes áreas de alvéolos no ventilados o hipoventilados.
Disminución de la difusión alvéolo-capilar: Por espesamiento de la membrana alvéolo-capilar o reducción de su superficie total. Ej: Neumonía Intersticial.
- La tipo II, o insuficiencia ventilatoria o hipercápnica, se caracteriza por la presencia de una PaO2 baja junto con una PaCO2 elevada, con disminución del volumen minuto. Ej: Hipoventilación central.
- La combinada, con una PaO2 muy baja y una PaCO2 elevada. Ej: Asma, Bronquiolitis.
TRATAMIENTO
El tratamiento de la insuficiencia respiratoria debe dirigirse a la enfermedad causal, a las alteraciones fisiopatológicas resultantes y al mantenimiento de una oxigenación tisular compatible con la vida.
A) MEDIDAS GENERALES
1. Restaurar y mantener permeable la vía aérea
- Tubos nasofaríngeos, tubos orofaríngeos o intubación traqueal, cuando sea necesario.
- Fluidificación, aspiración de secreciones y fisioterapia respiratoria. Es importante corregir la deshidratación y asegurar una buena humidificación.
2. Mantener una adecuada oxigenación
La oxigenoterapia está indicada siempre que se sospeche o se compruebe la hipoxemia con cifras de PaO2 menor de 60 mmHg y SaO2 < 90%. El O2 puede administrarse mediante medios sencillos [cánulas o gafas nasales, mascarillas faciales (simples, tipo venturi o de alto flujo con reservorio], carpas, incubadoras y tiendas) o en casos de IRA grave, mediante ventilación mecánica no invasiva (VMNI) e invasiva (VM convencional, de alta frecuencia o extracorpórea). El objetivo es mantener una saturación de O2 > 94% (PaO2 >80 mmHg), previniendo y reduciendo la hipoxia, aportando una cantidad adecuada de O2 a los tejidos y disminuyendo el trabajo cardiopulmonar. La Ventilación mecánica convencional estaría indicada en casos de apnea espontánea o inducida farmacológicamente y en insuficiencia respiratoria grave (trabajo respiratorio importante, disminución del nivel de conciencia, hipoxemia, es decir, SaO2 < 90% con FiO2 > 0.6 e hipercapnia, pCO2 > 70 mmHg, con pH < 7.20). Habrá que valorar siempre previamente la ventilación no invasiva.
3. Corregir la acidosis
- Respiratoria: mejorando la ventilación con o sin ventilación mecánica.
- Metabólica: mejorando la perfusión y oxigenación de los tejidos y administrando bicarbonato si pH< 7.20 con una ventilación eficaz.
4. Mantener un gasto cardiaco adecuado y evitar la anemia
5. Tranquilizar al niño y mantenerlo semiincorporado o sentado con la cabeza en posición neutra, sin sedarlo si está respirando espontáneamente.
6. Mantener la temperatura corporal, entre 36-37 °C, ya que la hipertermia e hipotermia, aumentan el consumo de oxígeno.
7. Inicialmente, mantener en ayuno y evitar la distensión abdominal, para favorecer los movimientos respiratorios y evitar el riesgo de aspiración. Se aconseja utilizar una sonda nasogástrica, salvo cuando se sospeche obstrucción de la vía aérea superior.
Epiglotitis
Es un cuadro poco frecuente, pero muy grave. Se suele presentar en niños de 2 a 5 años.
Se debe a una infección bacteriana de los tejidos supraglóticos (más frecuente Haemophilus
influenzae tipo B).
• Tratamiento:
– Medidas generales.
– Corticoides nebulizados y sistémicos.
– Adrenalina nebulizada.
– Intubación si no hay respuesta.
– Cefalosporinas de amplio espectro.
Laringitis aguda
Representa el caso más frecuente y típico de obstrucción de VAS. Se caracteriza por la aparición brusca de disfonía, estridor y tos perruna; generalmente nocturna y sin fiebre. La etiología puede ser vírica o de componente alérgico; a veces hay una predisposición individual y tendencia familiar. No precisa ninguna prueba complementaria para realizar el diagnóstico.
Valoración de la gravedad según escala de Taussig-Westley.
Tratamiento recomendado:
• Medidas generales.
• En los casos leves, parece que la administración de humedad (nebulización de SSF templado) no ha demostrado eficacia en estudios amplios. Opcional corticoides orales.
• En los casos moderados, administramos corticoides como antiinflamatorio:
– Budesonida nebulizada a bajos flujos (4-6 L/min), inicialmente una megadosis de 2 mg; se puede repetir a los 20-30 min si precisa, a dosis de 500 microgramos. Conseguimos efecto inmediato, por acción tópica.
– Dexametasona oral, es la elección según los estudios más recientes, por su acción prolongada en una dosis única de 0,2-0,5 mg/kg. Evita el efecto rebote de empeoramiento tras la administración de aerosolterapia.
• En los casos moderados-severos es de elección la adrenalina. Se debe administrar nebulizada a bajos flujos. La dosis que utilizamos en nuestra Unidad es de 0,1 mg/kg, con máximo de 5 mg. Su máximo efecto se aprecia a los 20-30 min. Siempre debe asociarse dexametasona oral como protectora del efecto rebote.
• En los casos severos que no responden, siempre deben ingresarse para monitorización más estrecha, administración de adrenalina y corticoides nebulizados a demanda en función de la clínica, y valorar incluso la intubación en situaciones extremas.
• Se puede considerar, si está disponible, la administración de heliox en los casos moderados. Se puede administrar solo o asociado a otras terapias (corticoides y adrenalina
nebulizadas). Siempre se asociará a dexametasona oral.
SHOCK SÉPTICO. SHOCK TÓXICO. SHOCK ANAFILÁCTICO
SHOCK SÉPTICO
DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS GENERALES
• Shock: fracaso agudo generalizado del sistema circulatorio que produce hipoperfusión
de órganos y tejidos.
• Sepsis: síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS) secundario a una infección
• Síndrome séptico o Sepsis severa: sepsis con alteración en la perfusión tisular.
• Shock séptico: síndrome séptico que desarrolla hipotensión arterial y signos clínicos de hipoperfusión periférica caracterizada por enlentecimiento del relleno capilar:
- Shock séptico precoz: responde rápidamente (menos de 1 hora) al tratamiento con fluidos y fármacos (inotrópicos, antibióticos,…)
- Shock séptico refractario: hipotensión arterial que no responde al tratamiento agresivo con fluidos y fármacos y precisa drogas vasopresoras.
• Síndrome de fracaso multiorgánico: fracaso de 2 ó más órganos: insuficiencia renal
aguda o hepática, disfunción del sistema nervioso central (SNC), coagulopatía de consumo, síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA).
TRATAMIENTO
1. Monitorización: pulsioximetría, electrocardiograma, presión arterial, temperatura, diuresis (sondaje urinario), frecuencia cardiaca y respiratoria, nivel de conciencia, glucosa y calcio.
2. Optimización vía aérea y oxigenación: Indicaciones de Intubación:
- Aumento del trabajo respiratorio y/o hipoventilación.
- Inestabilidad hemodinámica. Resucitación que precisa > 40 cc /kg de fluidos.
- Disminución del nivel de conciencia. Estado premortal.
- Durante la intubación deben administrarse expansores de volumen por la existencia de hipovolemia absoluta o relativa y también habitualmente soporte inotrópico.
3. Accesos vasculares:
- Canalización rápida de vía venosa periférica para administrar fluidos. Si no es posible se canalizará vía intraósea.
- Canalizar vía venosa central para drogas inotrópicas (si no disponemos de ella pueden administrarse muy diluidas por vía periférica).
- Canalización arterial para monitorización invasiva de la tensión en caso de shock establecido/refractario.
4. Resucitación con fluidos: administración precoz (primeros 5 minutos).
- Calidad: cristaloides (Suero Salino Fisiológico (SSF)) o coloides (Seroalbúmina
5%, dextranos).
- Cantidad: bolos iniciales iv. de 20 cc/kg rápidos, vigilando signos de insuficiencia cardiaca, en ausencia de éstos se pueden llegar a administrar hasta 200 cc/kg en la primera hora, aunque habitualmente se requieren entre 40-60 cc/kg. Repetir dosis mientras se mantenga shock y hasta conseguir mejoría clínica (presion venosa central (PVC) de 10-12 mm Hg).
5. Soporte hemodinámico:
- Dopamina (Da): 1ª elección. Dosis: 5-10 microgramos (mcg)/kg/minuto pudiendo llegar
a 20 mcg/kg/minuto.
- En caso de no respuesta a dosis altas de dopamina usar como segunda droga:
- Adrenalina (Ad) en shock frío o Noradrenalina (Na) en shock caliente.
Dosis inicial: 0,05-0,1mcg/kg/minuto hasta 3 mcg/kg/min.
6. Antibioterapia: Tabla 1.
7. Terapia con Hidrocortisona: sospechar insuficiencia adrenal en shock con hipovolemia sin respuesta a catecolaminas en niños con historia de alteración del SNC, tratamiento crónico con esteroides o púrpura fulminante. Dosis: Situación de estrés: 1-2 mg/kg. Shock: 50
mg/kg seguido de 50 mg/kg en perfusión de 24 h.
8. Corrección alteraciones hidroelectrolíticas y hematológicas (coagulación intravascular diseminada, trombopenia, anemia).
9. Hemodiálisis/Hemofiltración:si oligoanuria/anuria que no responde a fluidos, edema pulmonar, necesidad masiva de fluidos o alteraciones metabólicas graves.
10. Otros cuidados:
- Cuidados de púrpura/petequias: si necrosis o síndrome compartimental valorar fasciotomía o amputación de miembros.
- Cuidados gastrointestinales: nutrición enteral (sonda transpilórica) o nutrición parenteral
(isquemia o edema intestinal, ileo paralítico, no tolerancia enteral…).
SHOCK ANAFILÁCTICO
TRATAMIENTO: ACTITUD TERAPÉUTICA URGENTE INICIAL
Medidas locales
- Retirar alérgeno causante. Si inyección o picadura: torniquete próximo a la puerta de entrada + Adrenalina (1:1.000, 0.005-0.01 mg/kg) subcutánea (sc.) en lugar de inoculación. Si no mejoría, repetir Ad sc. a los 2-3 minutos por encima del torniquete.
Shock inicial
- Medidas generales: asegurar vía aérea y oxigenación, accesos iv., anamnesis rápida.
- Adrenalina 1/1.000: 0,01 mg/kg sc., im., iv. (máximo: 0,5 mg). Repetir cada 10-15 minutos según evolución. Vía sublingual/endotraqueal: Ad 1/10.000: 0,1 mg/kg.
- Si no hay respuesta: expansión de volumen con cristaloides o coloides (20 cc/kg iv.).
- Si persiste hipotensión: perfusión Adrenalina i.v.: 0,05-3 mcg/kg/min. Asociar dopamina o
noradrenalina según evolución clínica.
Otros tratamientos
- Antihistamínicos: Difenhidramina (anti-H1): 5 mg/kg/día, cada 6-8 horas iv. o im. o Ranitidina (anti- H2): 1,5 mg/kg/ dosis, cada 6-8 horas iv. o im.
- Corticoides: Metilprednisolona: 2-3 mg/kg en bolo iv. y después cada 6-8 horas o Hidrocortisona: 1-5 mg/kg/día iv., cada 6 horas.
- ß-agonistas: Salbutamol inhalado (0,2 mg/kg) si broncoespasmo asociado.
ALTERACIÓN DEL NIVEL DE CONCIENCIA
Conciencia es el conocimiento exacto y reflexivo de las cosas. Alteración del nivel de conciencia es la pérdida del estado de alerta habitual para su edad y su capacidad. A efectos prácticos está en coma el paciente que no reacciona ni responde a estímulos externos.
“La descripción cuidadosa del estado clínico del enfermo y las respuestas que presenta a los distintos estímulos, observados a pie de cama sigue siendo la mejor forma de caracterizar el coma y los trastornos de conciencia”.
El coma indica siempre gravedad, ya que puede conducir a la muerte o a la aparición de secuelas.
Es necesario la realización de un diagnóstico diferencial inicial rápido (historia clínica y exploración física a la cabecera del enfermo), cuyos objetivos son:
• Reconocer la profundidad del coma.
• Reconocer los signos de hipertensión intracraneal (HTIC).
• Reconocer signos de deterioro neurológico progresivo.
• Conocer e iniciar las medidas terapéuticas más urgentes.
Signos de herniación cerebral inminente
• Historia de cefalea, vómitos persistentes o ataxia.
• Respuesta asimétrica al dolor.
• Flexión o extensión anómala al dolor.
• Parálisis de pares craneales: midriasis fija unilateral o bilateral, parálisis IV par craneal.
• Alteraciones de los signos vitales: triada de Cushing.
Manejo inicial en urgencias del niño en coma
• Estabilización: ABC. Asegurar vía aérea, oxigenación y ventilación. Ventilación mecánica
si: hipoventilación, Escala de Glasgow (GCS) <9, signos de HTIC.
• Circulación efectiva. Acceso venoso (periférico o central). Administrar fluidos isotónicos:
suero salino fisiológico (SSF), Ringer. Realizar determinación de glucemia capilar e iniciar
infusión de suero glucosado (SG 25%: 0,5 gr/kg = 2cc/kg o Glucagón im: 0,5 mg dosis en
< 20 kg; 1 mg/ dosis si > 20 kg)) si hipoglucemia.
• Valoración neurológica rápida (descartar proceso intracraneal expansivo que requiera tratamiento urgente e iniciarlo: suero salino hipertónico (SSH) 3-7%: 2-5 ml iv en 5-10 min. o Manitol 0,25 gr/ kg/ iv). Una vez estabilizado, TAC craneal y avisar a Neurocirugía urgente.
• Revertir causas metabólicas (hipoglucemia, hiponatremia) o tóxicas de tratamiento
inmediato.
- Si intoxicación por mórficos: Naloxona: 0,01-0,1 mg/kg/iv o im (en <5 años: 0,1 mg/Kg/iv; en >5 años o >20kg: 2 mg/dosis iv).
- Si intoxicación por benzodiacepinas: Flumacenilo: 0.01-0.1 mg/kg iv lento (máximo 2 mg). No administrar de rutina.
• Si signos/síntomas de meningitis/encefalitis: iniciar tratamiento empírico, previa extracción de cultivos de sangre y LCR.
• Si súbita rigidez de nuca sin pródromos, pensar en hemorragia subaracnoidea y realizar TAC craneal previo a PL.
Medidas generales para evitar el daño cerebral secundario y las complicaciones
• Sonda nasogástrica/ orogástrica para evitar la aspiración.
• Monitorización cardiorrespiratoria. Pulsioximetría.
• Optimizar el aporte de oxígeno cerebral: Oxigenación adecuada (PaO2 100-120 mmHg; Presión arterial en límites normales/altos.
• Evitar la hipo/hiperventilación: Mantener PaCO2 35-40 mmHg.
• Examen neurológico periódico: puntuación GCS, pupilas.
• Detectar y tratar precozmente las convulsiones: Diacepam (0,5-1 mg/kg/dosis/iv. Máx. 10 mg/dosis); Fenitoína 20 mg/kg/dosis/ iv; Midazolam (0.05-2 mg/kg/h) o Propofol (2-10 mg/kg/h) en perfusión continua.
• Normotermia (si hipertermia aumenta el consumo de oxígeno cerebral).
• Cabeza en posición neutra y elevada unos 30o (si no existe hipotensión arterial).
CRISIS CONVULSIVAS
Se considera status convulsivo a toda crisis generalizada o focal de duración mayor de 20-30 minutos o dos o más crisis sin recuperación de conciencia en el mismo periodo de tiempo. La mayoría de las crisis tónico-clónicas ceden espontáneamente en los primeros cinco minutos, y usualmente antes de que el paciente llegue al Servicio de Urgencias, pero en ocasiones puede persistir después de cinco minutos y prolongarse en el tiempo. El status convulsivo en un niño es una emergencia médica con graves riesgos de mortalidad y de secuelas neurológicas. Aunque la evolución va a depender principalmente de la causa que lo ha condicionado, también depende de la duración. A mayor duración, mayor dificultad existirá en revertir el cuadro. Para la práctica médica una crisis mayor de cinco minutos debe considerarse una emergencia y afrontarla inmediatamente para intentar prevenir el desarrollo de un status.
TRATAMIENTO
Objetivos básicos del tratamiento
• Asegurar oxigenación
• Abortar la crisis
• Prevenir la recidiva
• Identificar factores precipitantes
• Corregir trastornos metabólicos
• Prevenir complicaciones sistémicas
• Evaluar y tratar la etiología
Fármaco anticonvulsivo ideal
El fármaco anticonvulsivo ideal sería aquel de fácil administración, disponible por vía intravenosa, eficaz, potente en volúmenes pequeños, de penetración rápida y vida media larga, bien tolerado y que fuera útil como tratamiento posterior.
MANEJO INMEDIATO
• Asegurar vía aérea. Habitualmente basta con maniobras de apertura manual de la vía aérea. Si sigue inconsciente tras la apertura manual, es más útil dejar cánula orofaríngea, que a veces es difícil de colocar debido al trismus existente. Podemos ayudarnos de depresores linguales, y una vez introducida el mantenimiento de la cánula consiste sólo en una buena fijación con una venda anudada.
• Administración. de Oxígeno al 100% con sonda nasofaríngea o mascarilla. Es útil en un primer momento colocar sobre nariz y boca la mascarilla de la bolsa autoinflable con reservorio, para asegurar administración de oxigeno al 100%.
• Medir glucemia capilar.
• Medir iones. Si hiponatremia (Na<120 mE/l) corregir con Suero Salino hipertónico (3%).
• Comprobar en qué situación se encuentra la manifestación crítica.
• Proteger de cualquier daño que pueda causar la crisis: evitar caídas de la camilla, golpes a las personas que están atendiendo al niño, o autolesiones, como mordeduras, que se evitaría con la canula orofaríngea.
• ¿Ha recibido medicación previa para la crisis –en domicilio o centro sanitario?
• Si llega convulsionando y no ha recibido medicación previa o han pasado más de 5 minutos de la administración de la misma: Ver algoritmo.
TRATAMIENTO DE LOS DISTINTOS TIPOS DE STATUS
• Status generalizado tónico-clónico: Ver algoritmo.
• Status generalizado mioclónico: benzodiacepinas.
• Status generalizado tónico: las benzodiacepinas pueden empeorar el cuadro. El fármaco de elección es fenitoína o valproico.
• Status de ausencia: el tratamiento de elección es valproico.
• Status parcial simple motor: no es una emergencia. El tratamiento adecuado es el mismo que el del status generalizado tónico-clónico, pero excepcionalmente se llega al tratamiento previsto del status refractario.
• Status parcial complejo: debe considerarse como una urgencia médica y tratarse de manera agresiva para evitar posibles secuelas. El tratamiento es similar al del status generalizado tónico-clónico.