viernes, 18 de enero de 2019

VIA AEREA AVANZADA


Para poder realizar un manejo adecuado de la vía aérea, debemos conocer
algunas nociones básicas de la anatomía de ella. El camino que recorre el aire desde el medio ambiente para llegar a los pulmones habitualmente es: cavidad nasal (ocasionalmente cavidad oral), nasofaringe, orofaringe, laringe, (pasando a través de las cuerdas vocales) y tráquea.

Consideraciones anatómicas relevantes para el manejo de la vía aérea:

1. El plexo de Kiesselbach, es un área muy vascularizada que se encuentra en la región anteromedial del septum nasal. Recibe irrigación de las arterias etmoidales anteriores y posteriores, arteria esfenopalatina, arteria palatina y labial superior. Es el lugar más frecuente de origen de las epistaxis, por lo que debe tenerse en cuenta ante la necesidad de colocar cánulas nasales o intubación nasotraqueal.



2. Los cóndilos de la mandíbula articulan con la articulación témporomandibular dando cuenta de los primeros 30º de apertura bucal. Más allá de ellos, los cóndilos se subluxan hacia anterior, bajo el arco zigomático logrando una mayor apertura. La maniobra de protrusión mandibular utilizada para desplazar la lengua hacia anterior y despejar la vía aérea requiere de la subluxación de los cóndilos mandibulares. Importante durante la ventilación con mascarilla facial e intubación. Si esto no se logra, se tendrán problemas para la ventilación e intubación del paciente.

3. A nivel de la faringe, la permeabilidad de ésta es mantenida por el tono muscular de los músculos faríngeos. Si se utilizan agentes sedantes o hipnóticos, éstos disminuirán el tono muscular favoreciendo la obstrucción de la vía aérea.

4. A nivel de la laringe existe el pliegue medio glosoepiglótico que une la base de la lengua con la epiglotis. La presión realizada sobre este pliegue cuando se utiliza una hoja de laringoscopio curva levanta la epiglotis y expone la glotis dando una visión adecuada para la intubación traqueal.


5. Los cartílagos aritenoides, responsables del movimiento de las cuerdas vocales, pueden ser dañados con la inserción de un tubo endotraqueal muy grande, ya sea directamente o por isquemia, produciendo una lesión laríngea permanente.

6. La membrana cricotiroidea mide aproximadamente 2 cm de ancho y un cm de alto. Está ubicada entre el cartílago tiroides y cricoides y es un hito anatómico muy importante, ya que las técnicas avanzadas de manejo de vía aérea lo utilizan como punto de entrada para la inserción de dispositivos quirúrgicos o percutáneos de ventilación. Es importante destacar que se recomienda puncionar en la mitad inferior de la membrana para evitar la lesión de la arteria cricotiroidea, rama de la laríngea superior y que está presente en aproximadamente un 60% de los pacientes en la mitad superior de la membrana cricotiroidea. 

Aunque las consideraciones anatómicas de la vía aérea son muchas, por la extensión de ellas se han expuesto las más importantes. Se recomienda la revisión de otros artículos y libros que han tratado el tema de manera clara y dirigida al manejo de la vía aérea.

Evaluación de la vía aérea

La evaluación de la vía aérea de un paciente se inicia con la observación de sus rasgos anatómicos: forma y tamaño de la boca, nariz, mandíbula y cuello; existencia de eventuales masas o alteraciones anatómicas que pudieran alterar el flujo normal de aire desde el exterior a los pulmones.

Dentro de los factores asociados a problemas en el manejo de la vía aérea (ventilación), podemos mencionar:

- Dificultades previas.
- Obesidad.
- Limitación apertura bucal, menor de 3,5 cms.
- Lengua grande.
- Micrognatia.
- Protrusión incisivos superiores.
- Mallampati 3 o 4.
- Cuello corto y grueso.
- Distancia tiromentoniana menor de 6,5 cm. con la cabeza hiperextendida.
- Distancia esternomentoniana menor de 12,5 cms. con la cabeza hiperextendida.

La clasificación de Mallampati se basa en la cantidad de estructuras que se logra visualizar en la cavidad oral, con el paciente frente al observador, con la boca abierta y la lengua protruida al máximo. Se cataloga de I a IV, según se logre ver pilares y úvula completa, clase I; hasta clase IV, en que no se logra visualizar la base de la úvula.





Técnicas básicas para el manejo de la vía aérea

Ventilación con mascarilla facial
Dentro de los predictores de dificultad de ventilación con mascarilla facial podemos mencionar:

• Índice de masa corporal de 30 kg/m2 o más.
• Presencia de barba.
• Mallampati III ó IV.
• Edad de 57 años o más.
• Historia de ronquido.
• Protrusión de la mandíbula limitada.

Esta técnica se utiliza en pacientes despiertos o inconscientes que son incapaces por si mismos de mantener una adecuada oxigenación. Es necesario contar con una mascarilla adecuada que permita incluir en ella la nariz y la boca. Son mascarillas transparentes que constan de una conexión universal de 15 mm para la bolsa de ventilación, un cuerpo rígido y un colchón o collar inflable circunferencial que distribuye en forma adecuada la presión que se ejercerá sobre la cara para sellarla y evitar la fuga de aire. Se coloca desde el puente nasal hacia la boca cubriéndola, apoyando la región distal de ella sobre la cresta alveolar dental. No se necesita incluir el mentón. Si la máscara es muy grande se corre el riesgo de apoyarse sobre los globos oculares pudiendo producir una respuesta vagal intensa e isquemia de la retina. La mano no dominante se utiliza para fijar la máscara en la cara del paciente y la dominante se ocupará de la ventilación con la bolsa. Los dedos pulgar e índice se colocan sobre ella sellando la máscara realizando la presión necesaria sobre la cara que evite la pérdida de aire y los dedos medio, anular y meñique se utilizan para desplazar la lengua mediante la maniobra de subluxación mandibular. Si no se consigue la ventilación se sugiere el uso de una cánula orofaringea para permeabilizar la vía aérea. Si el paciente ventila de manera espontánea se debe apoyar la ventilación con volúmenes no mayores a los 500 ml y presiones de vía aérea no mayores a las de esfínter esofágico inferior (25 cm H2O) para no insuflar aire en estómago. Así descrita pareciera una técnica fácil, pero requiere de entrenamiento y práctica. También se puede realizar con dos operadores cuando no se logra ventilar al paciente.

Intubación Endotraqueal
Esta técnica es considerada el gold standard para asegurar una vía aérea permeable. Una de las primeras series publicadas sobre intubación orotraqueal fue realizada por el pediatra francés Eugène Bouchut y consistió en siete casos de niños con difteria que fueron sometidos a este procedimientos para atravesar la membrana que obstaculizaba mortalmente su respiración. Desde entonces hasta ahora, los avances han permitido que la intubación orotraqueal sea uno de los procedimientos de uso habitual más utilizados. Antes de la realización del procedimiento es necesario tener claros algunos conceptos. La laringoscopía busca una visión directa de la laringe y para poder lograr esto se requiere
alinear la vía aérea superior. Para esto se describen tres ejes que deben alinearse: el eje oral, el faríngeo y el laríngeo. Para alinear el eje faríngeo con el laríngeo, es necesario colocar a nivel del occipucio una almohada o cojín de 10 centímetros de espesor que logre levantar la cabeza y llevarla a la posición de olfateo. Para alinear el eje oral con los otros dos ya alineados se debe realizar una hiperextensión de cuello en forma delicada pero firme. De esta manera la exposición de la glotis para la intubación será la mejor y nos permitirá realizar la intubación.

Luego se debe introducir el laringoscopio por la comisura bucal por el lado derecho y avanzarlo hasta el surco glosoepiglótico, desplazar la lengua hacia la izquierda y traccionar el laringoscopio hacia ventral, logrando de este modo la elevación de la epiglotis y la exposición de las cuerdas vocales. Sin dejar de traccionar se inserta el tubo mirando en todo momento su extremo distal hasta verlo atravesar las cuerdas con el bisel paralelo a ellas. El laringoscopio se debe manipular con la mano izquierda e introducir el tubo con la mano derecha. Estatécnica requiere de práctica frecuente para lograr un manejo adecuado de los instrumentos utilizados. El tubo endotraqueal provee la mejor protección contra la aspiración de sustancias extrañas cuando se introduce un tubo con cuff.





Mascarilla Laríngea
La mascarilla laríngea surgió de la investigación para lograr un dispositivo más confortable y menos invasivo que la mascarilla facial y el tubo endotraqueal respectivamente, en la mantención de la vía aérea. Fue desarrollada por el Dr. Archie Brain y actualmente forma parte de los dispositivos de rescate en el algoritmo de la ASA para el manejo de la intubación difícil. Para su introducción se guía con el dedo índice de la mano dominante hacia la hipofaringe, siguiendo la curvatura del paladar. Se impulsa hasta que se sienta resistencia, procediendo a inflar el cuff con un volumen de aire que está determinado para cada número de mascarilla. En esta posición, debido al diseño de este dispositivo, su apertura distal generalmente queda enfrentando a la glotis, lo que permite una ventilación adecuada del paciente. Esto se corrobora observando los movimientos torácicos con la ventilación y la salida de CO2 en la espiración (capnografía). La elección del tamaño de la mascarilla laríngea, depende del peso del paciente. Recordar que no sella la vía aérea y por lo tanto puede haber aspiración de contenido gástrico.





Técnicas avanzadas para el mane jo de la vía aérea



Se refieren a aquellas técnicas que son de manejo del anestesiólogo. Son más complejas en cuanto a su aplicación y requieren de elementos y dispositivos que no se encuentran generalmente fuera del ámbito de pabellón.

Fastrach o Mascarilla laríngea de intubación
Es un tipo especial de mascarilla laríngea que está diseñada con el fin de lograr la intubación a través de ella. Conserva las características generales de la máscara laríngea clásica, pero tiene un tubo rígido a través del cual se puede insertar un tubo de silicona anillado y con cuff que permite asegurar la via aérea del paciente.Una vez instalada frente a la glotis y conseguida la ventilación del paciente se introduce el tubo endotraqueal. Luego se retira la máscara manteniendo el tubo en posición, con un estilete diseñado espedialmente para eso, de modo de que al sacar la máscara el tubo se mantenga en la tráquea. La intubación se realiza a ciegas y se verifica la posición correcta del tubo mediante la observación de los movimientos torácicos y la medición de CO2 espirado. Existe en versiones reusable y desechable.



Videolaringoscopios
Durante la última década se han desarrollado laringoscopios que llevan en el extremo distal de la hoja una cámara de video de alta resolución con el fin de visualizar la glotis e introducir un tubo endotraqueal sin la necesidad de ver directamente la glotis, sino a través de una pantalla de alta definición que puede estar en el mango del dispositivo o al lado del paciente. Existen diferentes marcas y modelos: Glidescope, C-Mac Storz , AWS Pentax, MacGrawth, Airtraq, etc. (con hoja Macintosh, con hoja angulada o con canal para la inserción del tubo), estando todos en estudio para evaluar su utilidad en el manejo de la vía aérea normal y difícil (11, 12, 13, 14, 15). Requieren poco entrenamiento para personas que intuban de la manera tradicional frecuentemente. Sin embargo se han reportado complicaciones derivadas de su uso como lesión de paladar blando. Faltan estudios para encontrar su lugar en el manejo de los pacientes dificiles de intubar.



Cricotirotomía
La cricotirotomía consiste en la realización de un orificio en la vía aérea a nivel de la membrana cricotiroídea con el fin de lograr una manera de acceder a la vía aérea y lograr la ventilación del paciente. Es un procedimiento de emergencia y está indicado en todas aquellas situaciones que requieran control de la via aérea en que no se pueda ventilar a un paciente con mascarilla, no se pueda intubar y no se pueda obtener la oxigenación adecuada del paciente por otro medio de rescate (ej. Máscara laríngea, Tubo laríngeo, fibrobroncoscopia, etc.). Existen dos técnicas para su realización. Una es la quirúrgica en la que se realiza una incisión a nivel de la membrana cricotiroidea con el fin de exponer el lumen de la vía aérea e instalar ya sea un tubo o una cánula para lograr la ventilación. La otra técnica es por punción. Existen diferentes set de punción cricotiroidea que permiten la instalacion, mediante la técnica de Seldinger o por pución directa, de distintas cánulas  que permitirán la vetilación de emergencia. No es una técnica electiva,sino de emergencia que permite la ventilación hasta que se asegure de otra forma la ventilación del paciente. Las contraindicaciones de este procedimiento son relativas pero incluyen menores de 10 años (pero está absolutamente contraindicada en menores de 5 años). En ellos se realiza ventilación a alto flujo por punción cricotiroidea), tumores cervicales o anatomía cervical distorsionada y coagulopatías.



Ventilación Jet Translaríngea
La ventilación translaringea es un procedimiento menos invasivo que la cricotirotomia, con menor tasa de complicaciones, pero tiene el defecto que es solo de salvataje ya que no nos establece una vía aérea duradera y segura, por lo tanto, siempre es seguida de otro procedimiento, bien sea intubación retrógrada, cricotirotomia, traqueostomía o cualquier otro método que nos permita acceder a una vía aérea segura. Lo más rápido es insertar un catéter en la membrana cricotiroídea y lograr la ventilación jet, estabilizar al paciente y proceder con la vía aérea definitiva. Se realiza una punción con uno de los trócares de los equipos disponibles en el mercado en la membrana cricotiroidea en 45º hacia caudal y se conecta a una fuente de alto flujo de oxígeno. Tiene el problema de la retención de CO2 del paciente. Sin embargo esto se puede manejar manteniendo una relación inspiración/expiración de 1:4 mientras se realiza el aseguramiento de la vía aérea. Dentro de sus complicaciones destaca el barotrauma y enfisema subcutáneo. Hay que recordar que es un procedimiento de salvataje que debe ser realizado por personas entrenadas.


Debido a que los procedimientos descritos para manejar la vía aérea pueden ocasionar morbilidad y mortalidad, se requiere de entrenamiento continuo, además de disponer de algoritmos locales y de un carro de intubación difícil con los medios que se disponga en cada servicio.

Via áerea difícil.


martes, 8 de enero de 2019


Análisis de Laboratorio


Las pruebas de laboratorio examinan muestras de sangre, orina o tejidos corporales. Un técnico o el médico analizan las muestras para determinar si los resultados están dentro de los límites normales. Los análisis usan un rango de valores porque lo que se considera normal varía de una persona a otra. Muchos factores afectan los resultados de los análisis. Entre ellos:
  • Sexo, edad y raza 
  • Lo que come y lo que bebe 
  • Las medicinas que toma 
  • El seguimiento de las instrucciones antes del análisis 
FACTORES CONDICIONANTES DE LA MUESTRA 

Se han descrito factores preanalíticos que pueden afectar de forma decisiva a la calidad de los resultados finales. Algunos de los factores relacionados con el paciente son inmodificables y por tanto no controlables, es decir, no podemos actuar sobre ellos (sexo, edad, raza, embarazo, etc.), sin embargo la correcta identificación de los mismos puede ayudarnos a evitar interpretaciones erróneas. Existen otro grupo de factores preanalíticos que sí son modificables y sobre los que conviene actuar adoptando medidas de homogeneización que nos van a permitir minimizar la influencia que estos factores ejercen sobre el resultado final.

La determinación de ciertas magnitudes requiere una preparación previa por parte del paciente (dieta, medicación, ayuno, selección de día del ciclo menstrual, etc.) y en algunas ocasiones los especimenes son recogidos por el paciente en su propio domicilio (orina, heces, etc.) por lo que es necesario que previamente reciba las instrucciones, verbales y por escrito, necesarias para asegurar una correcta preparación.

En términos generales: Ante cualquier extracción sanguínea es recomendable que el paciente realice un ayuno previo de 8-12 horas, si ello no está contraindicado.

Ante una prueba funcional, es recomendable que el paciente realice reposo continuo en cama y ayuno de 8 horas. Estas pruebas se realizarán bajo control médico, disponiéndose de los medios de control adecuados (esfingomanómetros, tiras para la determinación de glucosa, etc.), y de los fármacos necesarios para interrupción de la prueba funcional si fuera preciso.

El médico también puede comparar los resultados con análisis anteriores. Las pruebas de laboratorio son a menudo parte de un examen de rutina para detectar cambios en su salud. También ayudan a los médicos a diagnosticar cuadros clínicos, planificar o evaluar tratamientos y controlar enfermedades.

Existen diversas pruebas de laboratorio que se pueden realizar, el siguiente es un listado de las diversas pruebas a realizar en un estudio clínico:


A
Amplitud de distribución eritrocitaria
Análisis de cálculos renales
Análisis de globulinas
Análisis de hemoglobina
Análisis de sangre de la brecha aniónica
Análisis de sangre de lipoproteína (a)
Análisis de semen
Análisis del líquido cefalorraquídeo
Ayuno para exámenes de sangre

B
Biopsia de piel
Biopsia de seno

C
Cociente de microalbúmina y creatinina
Cómo entender el resultado de sus pruebas de laboratorio
Conteo sanguíneo completo

D
Dióxido de carbono (CO2) en la sangre

E
Examen de bilirrubina en sangre
Examen de nitrógeno ureico en sangre (NUS)

F
Fórmula leucocitaria
Fosfatasa alcalina
Frotis de sangre
H
Hematocrito

I
Índice de IgG en LCR

M
Marcadores tumorales

N
Nivel de oxígeno en la sangre
Niveles de colesterol

P
Prueba de ácido úrico
Prueba de AFP (alfafetoproteína)
Prueba de albúmina en la sangre
Prueba de alcohol en la sangre
Prueba de alergias
Prueba de amilasa
Prueba de anticuerpos antinucleares
Prueba de anticuerpos contra los glóbulos rojos
Prueba de antígeno de cáncer 125 (para cáncer de ovario)
Prueba de AST
Prueba de BRCA
Prueba de calcio en la sangre
Prueba de calcio en orina
Prueba de cáncer de seno HER2
Prueba de carga viral
Prueba de cariotipo
Prueba de CA-19-9 en sangre (cáncer de páncreas)
Prueba de cetonas en la orina
Prueba de cetonas en sangre
Prueba de clamidia
Prueba de cloruro en sangre
Prueba de cortisol
Prueba de cristales en la orina
Prueba de cultivo de bacterias
Prueba de cultivo fúngico
Prueba de detección de fenilcetonuria (FCU)
Prueba de embarazo
Prueba de enfermedad celíaca
Prueba de estrógeno
Prueba de factor reumatoideo (FR)
Prueba de fosfato en la orina
Prueba de glucosa en la orina
Prueba de glucosa en la sangre
Prueba de gonorrea
Prueba de hemoglobina A1c
Prueba de hepatitis
Prueba de homocisteína
Prueba de la gripe (influenza)
Prueba de la médula ósea
Prueba de lipasa
Prueba de marcador tumoral AFP (alfafetoproteína)
Prueba de marcador tumoral de microglobulina Beta-2 (B2M)
Prueba de marcadores tumorales de cáncer de pulmón
Prueba de moco en la orina
Prueba de mutaciones de MTHFR
Prueba de nitritos en la orina
Prueba de niveles de testosterona
Prueba de Papanicolaou
Prueba de PD-L1 (inmunoterapia)
Prueba de péptido C
Prueba de potasio en sangre
Prueba de procalcitonina
Prueba de progesterona
Prueba de proteína C reactiva (PCR)
Prueba de proteínas en la orina
Prueba de PSA (antígeno prostático específico)
Prueba de sangre de ALT
Prueba de sangre de ferritina
Prueba de sangre de inmunoglobulinas
Prueba de sangre de metales pesados
Prueba de sangre de prealbúmina
Prueba de sangre de SHBG
Prueba de sangre de VCM
Prueba de sangre de VPM
Prueba de sangre en la orina
Prueba de sangre oculta en heces
Prueba de síndrome de Down
Prueba de sodio en la sangre
Prueba de sudor
Prueba de tiroxina (T4)
Prueba de tos ferina
Prueba de TPT (tiempo parcial de tromboplastina)
Prueba de triglicéridos
Prueba de TSH
Prueba de uribilinógeno en orina
Prueba de VIH
Prueba de vitamina D
Prueba de vitamina E (tocoferol)
Prueba del virus del herpes simple (VHS)
Prueba del virus del papiloma humano (VPH)
Prueba del virus del Zika
Prueba del virus sincicial respiratorio (VSR)
Prueba genética BCR-ABL
Prueba genética del BRAF
Prueba genética del PTEN
Prueba genética TP 53 (proteína tumoral 53)
Pruebas de bilirrubina en la orina
Pruebas de células epiteliales en la orina
Pruebas de drogas
Pruebas de la enfermedad de Lyme
Pruebas de los factores de la coagulación
Pruebas de porfirina
Pruebas de proteína C y proteína S
Pruebas de sarampión y paperas
Pruebas de sífilis
Pruebas farmacogenéticas
Pruebas para detectar infecciones por cándida
R
Recuento de linfocitos CD4

T
Tasa de sedimentación eritrocítica
Tiroglobulina
¿Qué es una prueba de laboratorio?

Una prueba de laboratorio es un procedimiento en el que un médico o profesional de la salud toma una muestra de sangre, orina u otro líquido o tejido del cuerpo para obtener información sobre su salud. Algunas pruebas de laboratorio se usan para diagnosticar, detectar o vigilar una enfermedad o afección específica. Otras pruebas aportan información más general sobre los órganos, aparatos y sistemas del cuerpo.

Las pruebas de laboratorio juegan un papel importante en su atención médica, pero no ofrecen un cuadro completo sobre su salud. Su médico probablemente incluya un examen físico, su historia clínica y otras pruebas y procedimientos para tomar las decisiones de diagnóstico y tratamiento.
¿Por qué necesito una prueba de laboratorio?

Las pruebas de laboratorio se usan de muchas maneras diferentes. Su médico o profesional de la salud podría pedir una o más estas pruebas para:

Diagnosticar o descartar una enfermedad o afección específica
La prueba de VPH es un ejemplo de este tipo de prueba. Puede mostrar si usted tiene o no una infección por VPH (virus del papiloma humano)

Detectar una enfermedad. Una prueba de detección puede mostrar si usted está en mayor riesgo de tener una enfermedad específica. También puede averiguar si usted tiene una enfermedad, incluso si no tiene síntomas.
La prueba de Papanicolaou es un tipo de prueba de detección de cáncer de cuello uterino

Vigilar una enfermedad o un tratamiento. Si a usted ya le han diagnosticado una enfermedad, las pruebas de laboratorio pueden mostrar si está mejorando o empeorando. También pueden mostrar si su tratamiento está dando resultado.
La prueba de glucosa en la sangre es un tipo de prueba que se usa para vigilar la diabetes y su tratamiento. A veces, también se usa para diagnosticar la enfermedad.

Comprobar su estado general de salud. Las pruebas de laboratorio a menudo se incluyen como parte de un chequeo médico de rutina. Su médico podría pedir pruebas de diferentes órganos, aparatos y sistemas del cuerpo para ver si su salud ha cambiado con el tiempo. Las pruebas pueden detectar problemas de salud antes de que aparezcan los síntomas.
Un Conteo sanguíneo completo es un tipo de prueba de rutina que mide diferentes sustancias en la sangre. Puede darle información importante a su médico sobre su salud general y su riesgo de ciertas enfermedades.
¿Qué significan mis resultados?

Los resultados de laboratorio a menudo se muestran acompañados de una serie de números conocidos como intervalo de referencia o "valores normales". Usted podría ver algo así en sus resultados: "normal: 77-99 mg/dl" (miligramos por decilitro). El intervalo de referencia se basa en los resultados normales de un grupo grande de personas sanas y muestra cómo es un resultado normal típico.

Pero no todas las personas son "típicas". A veces, una persona sana tiene resultados fuera del intervalo de referencia mientras que una persona con problemas de salud puede tener resultados dentro de los límites normales. Si sus resultados están fuera del intervalo de referencia o usted tiene síntomas a pesar de tener un resultado normal, probablemente necesite más pruebas.

Los resultados de sus pruebas de laboratorio también podrían incluir uno de estos términos:
Negativo o normal, esto significa que la enfermedad o sustancia que la prueba busca no se detectó
Positivo o anormal, esto significa que la enfermedad o sustancia sí se detectó
No concluyente o incierto, esto significa que los resultados no aportaron suficiente información para diagnosticar o descartar una enfermedad. Si su resultado no es concluyente, probablemente le hagan más pruebas.

Los resultados de las pruebas que miden el funcionamiento de órganos, aparatos o sistemas del cuerpo suelen estar acompañados de intervalos de referencia, mientras que las pruebas para diagnosticar o descartar enfermedades generalmente usan los términos anteriores.
¿Qué son los resultados positivos falsos o negativos falsos?

Un resultado positivo falso significa que una prueba indica que usted tiene una enfermedad o afección, pero en realidad no la tiene.

Un resultado negativo falso significa que una prueba indica que usted no tiene una enfermedad o afección, pero en realidad sí la tiene.

Estos resultados incorrectos no ocurren a menudo, pero son más probables con ciertos tipos de pruebas o si éstas no se hacen correctamente. Aunque los resultados negativos y positivos falsos son poco comunes, el médico probablemente tenga que hacer varias pruebas para dar con el diagnóstico correcto.
¿Qué factores pueden afectar los resultados?

Muchos factores pueden afectar la precisión de los resultados de una prueba, por ejemplo:
Ciertos alimentos y bebidas
Medicamentos
Estrés
Ejercicio vigoroso
Variaciones en los procedimientos de laboratorio
Tener una enfermedad

TUBOS Y CONTENEDORES
Dependiendo de las determinaciones analíticas solicitadas la muestra se recogerá en diferentes tubos y contenedores:

- TUBOS DE SANGRE

1. Tubo sin aditivos: Utilizados para la obtención de suero (pruebas de Bioquímica, serología, metabolismo del hierro...); no llevan anticoagulante aunque sí contienen (no obligatoriamente) activadores, que facilitan la retracción del coágulo, y gel separador, que facilita la separación de suero y coágulo tras la centrifugación. Con ella se obtiene el suero, tras dejar reposar la sangre recién extraída al menos 10 minutos a temperatura ambiente para que se forme el coágulo y centrifugar. Existen varios tamaños: pequeño de 5 ml, grande de 10 ml y microtubos de 0,8 ml.

2. Tubo EDTA: Contiene como anticoagulante el EDTA K3 (sal tripotásica del ácido etilén-diamino-tetraacético). Es el tubo utilizado para la hematimetría (hemogramas), Banco de Sangre y otras pruebas. Con ella se obtiene sangre total anticoagulada. Existen varios tamaños: pequeño de 3 ml, grande de 10 ml y microtubos de 1 ml.

3. Tubo Heparina de Litio: Contiene como anticoagulante la Heparina de Litio. Se utiliza para realizar determinaciones bioquímicas y algunas técnicas especiales. Con ella se obtiene sangre total anticoagulada.

4. Tubo Citrato (para coagulación): Contienen como anticoagulante citrato trisódico. El citrato viene en una cantidad prefijada para mezclarse con un volumen fijo de sangre; la exacta proporción de sangre y anticoagulante es crucial en la realización de las pruebas de coagulación, ya que si no es la adecuada, los resultados se alteran. Con ella se obtiene el plasma, tras centrifugación de la sangre anticoagulada. Existen varios tamaños: de 5 ml y de 1,8 ml.

5. Tubo Citrato (para VSG): Contiene también como anticoagulante citrato trisódico, aunque la concentración es distinta que en el citrato de coagulación. Se utiliza exclusivamente para la determinación de la Velocidad de Sedimentación Globular. Con ella se obtiene sangre total anticoagulada.
EXTRACCIÓN DE SANGRE

Es el espécimen más usado habitualmente para los estudios analíticos por la riqueza de datos que puede aportar, por su funcionalidad y por ser relativamente fácil su obtención. Dependiendo del tipo de estudio que se vaya a realizar, el tipo de muestra puede coincidir con el espécimen (sangre total) o ser una parte del mismo (plasma, suero). 

Una correcta extracción de sangre es parte fundamental del proceso analítico. En las páginas previas, se han dado algunos consejos sobre el momento óptimo para la extracción de sangre y se ha subrayado la importancia de registrar las “incidencias de extracción” en el lugar adecuado de la Historia Clínica. Una de las incidencias de extracción más importantes de registrar, especialmente en unidades con pacientes críticos y en Urgencias, es la hora exacta de extracción, pues puede ser importante en la interpretación de los resultados y en la adopción de medidas terapéuticas. 

Repasemos las distintas formas de extracción de sangre, haciendo hincapié en aquellos pasos que puedan tener especial trascendencia en el posterior proceso analítico. 

Recuerde que una extracción mal realizada, o realizada en el momento equivocado, puede ser peor que no tomar ninguna muestra. 

a) Extracción Venosa 

• El Torniquete: se realiza para facilitar la localización de una vena apropiada para realizar la punción. Normas para la realización del torniquete: 

1) Aplicar el compresor en el brazo a una distancia de unos 8–10 cm. de la zona de punción.

2) El objetivo es suprimir completamente el flujo venoso sin interrumpir el flujo arterial: el pulso debe ser palpable en la arteria radial y, desde luego, no se debe observar cianosis distal. Un torniquete demasiado prieto puede ocasionar una falsa hiperpotasemia. 

3) No mantener el torniquete durante mucho tiempo: tiempos de compresión prolongados (más de 3 minutos) pueden producir cambios significativos en la concentración de células y macromoléculas en la sangre extraída, especialmente si se mantiene el torniquete durante la extracción. Lo ideal es un tiempo de compresión no mayor de un minuto con liberación del compresor cuando la sangre comienza a fluir.

Recuerde que torniquetes demasiado prietos y prolongados pueden producir alteraciones de determinadas magnitudes bioquímicas y hematológicas.


Extracción Arterial 

Los sitios más comunes de punción arterial son las arterias femoral, braquial o radial. 

En recién nacidos o en lactantes pueden utilizarse otros lugares, como la arteria umbilical a las arterias del cuero cabelludo. 

La punción arterial es necesaria fundamentalmente para la realización de gasometrías, ya que los resultados de la gasometría venosa son generalmente poco valorables. 

La punción arterial es un procedimiento delicado, que requiere notable experiencia. La sangre obtenida por punción arterial debería procesarse inmediatamente después de extraída, por lo que, lo ideal, es contar con equipos de gasometría en la propia sala donde se realiza la extracción. En todo caso, el traslado al laboratorio debe ser lo más rápido posible, pues los resultados son tanto más fiables cuanto con mayor rapidez se analice la muestra.

Extracción Capilar 

La obtención de sangre por punción cutánea es el procedimiento de elección en niños pequeños en los que la venopunción puede ser difícil y traumática. Además, de esta manera, se extraen pequeñas cantidades de sangre: hay que tener en cuenta que en recién nacidos, especialmente si son de bajo peso, la extracción repetida de muestras analíticas es causa de anemización significativa que, no infrecuentemente, pueden obligar a transfundir para reponer las considerables pérdidas sanguíneas. También en adultos puede ser el procedimiento de extracción de elección en algunos casos (por ejemplo para control de la glucemia a la cabecera del paciente). La sangre obtenida por punción cutánea es una mezcla de sangre procedente de arteriolas, vénulas y capilares con mayor o menor dilución con fluido intersticial e intracelular.